ARTE, FOTOGRAFÍA E IDEOLOGÍA. EL FALSO LEGADO PICTORIALISTA
El Pictorialismo como tendencia fotográfica académica inicia su andadura en el siglo XIX, de la mano de los nuevos fotógrafos ávidos de reconocimiento artístico y profesional para su trabajo (RejlandeJ; Robinson, etc.); llegando a abanderar éstos a lo largo del último tramo del siglo, un protagonismo y una importancia para la fotografía de creación impensable en el seno de la tradición positivista del siglo pasado. No obstante, a la vuelta del nuevo siglo XX, el Pictorialismo iba a iniciar un inesperado descenso, particularmente agudizado a partir de 1910, llegando entonces a desaparecer de forma genérica de los circuitos oficiales de la práctica fotográfica. No obstante, con su muerte se habla sellado de una manera segura una nueva consideración para la fotografía, más cercana a partir de entonces a su reconocimiento como obra de arte que a una vieja consideración de imagen documental y testimonial. Tanto es así que podríamos afirmar sin temor a equivocarnos, que si bien el siglo XIX fue el siglo de la Fotografía Documental y el origen, por ende, de la Fotografía de Prensa; el siglo XX será el siglo de la Fotografía Artística o de Creación en general. A partir del reconocimiento de esta situación: esto es, la muerte anunciada por suicidio voluntario del único movimiento que dio su vida por la revitalización de uno de los conceptos de mayor actualidad en nuestros días, como es el de 'arte fotográfico', se hace necesaria una reflexión en torno a los planteamientos exactos en que fue establecida esta primera relación, en orden a establecer y, llegado el caso, a asilar el motivo principal por el que esta ferviente adhesión manifestada por el pictorialismo ante la imagen de arte y en concreto a la pintura, se desvanece de manera progresiva a lo largo de los primeros años del siglo XX, -coincidiendo, por otra parte, con la llegada de las vanguardias históricas.
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